Ruta senderista desde la localidad riojana de Valdeperillo hasta la soriana de San Pedro Manrique ascendiendo el valle del río Linares y pasando por los despoblados de Villarijo, Peñazcurna y Vea.



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Soria propone un Sendero de Gran Recorrido por el que conocer la intimidad breve de una buena parte de su geografía: el Sistema Ibérico que por aquí se alza y las estribaciones del Central. Es el GR 86, unas siglas concisas para recorrer más de 500 kilómetros sin brújula y conocer rincones inaccesibles de otro modo. Sendas, vías, antiguos caminos carreteros y de herradura, calzadas romanas, pistas...Se hilvanan en 36 etapas que van desde media docena de kilómetros hasta poco más de la veintena. El eje que lo vertebra: una suerte de descubrimiento casi táctil por los recursos paisajísticos, culturales, históricos y ecológicos de una provincia casi virgen. Más de una cincuentena de pueblos salpican este recorrido diseñado para excursionistas de todas las edades en mediana forma en el que las etapas están pensadas para salir siempre de una población y llegar a otra en menos de un día. Asimismo, y como variantes del GR o aislados, otras siglas cosen senderos en amarillo que conocidos como PR (pequeños recorridos) dibujan etapas más cortas.

Seguir la flecha: Las marcas que señalizan el GR son básicamente de tres tipos: dos pequeñas franjas horizontales blancas y rijas, hilvanan el recorrido; dos ángulos del mismo color indican un cambio de dirección a izquierda o derecha y una línea blanca en aspa sobre la roja advierte de un camino equivocado. Para acabar postes de madera salpican el recorrido en desvíos importantes, cambios de camino y salidas de las localidades por las que se atraviesa. Basta con caminar y seguir la flecha.

Seis horas de duración y ciclable en un 95%, concluye el recorrido por la sierra del Madero y se interna en Tierras Altas.

Muy accidentada, la etapa se interna por los despoblados de Las Fuesas, Castillejo, El Vallejo y Sarnago. Ciclable en un 75%. Seis horas de duración.

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Se interna por el espectacular y desconocido barranco del Linares. Es posible seguir hasta los despoblados de Peñazcurna y Armejún. (7,3 km.) tres horas de duración ida y vuelta, no ciclable.

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5 horas y media que pasa por el Castillejo de Taniñe y por Villar del Río, donde está situada el Aula Paleontológica. Ciclable en un 85%.

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5 horas y media que pasa por el hayedo de Diustes. Impresionantes panorámicas. Ciclable en un 75 %.


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6 horas entre Tierras Altas y El Valle. De gran altitud, pasa junta a hayedos, el acebal de Garagüeta y el Castro de los Castillejos. Ciclable en un 85%.



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Disfruta de una mañana inolvidable; descubrirás el pasado de estos parajes a través de su historia, su geología, y sus bosques y sus gentes...

La ruta se realiza cada jueves y domingo por la mañana, durante los meses de Julio y Agosto.

Material: Calzado comodo y chanclas para vadear el río.


Precio: Adultos 3 € y niños gratis.

Más información en www.santacruzdeyanguas.com o en el teléfono de reservas: 666 36 85 91

PR SO-22
Desde Villar del Río, siguiendo la rivera del Cidacos dejando a un lado Valduérteles y desviándose hacia Bretún, y La Laguna.También es aconsejable seguir por la orilla del Cidacos y del Baos hasta Santa Cruz de Yanguas y disfrutar de un espectacular cañón, casi desconocido poblado por hayedos y vegetación de rivera.

VALDEPRADO-CIGUDOSA
Desde Valdeprado a Cigudosa y se puede continuar hasta San Felices, por las riveras de los ríos Valdeprado y Alhama.

ONCALA
Alrededor de Oncala por pastizales modelados por el pastar durante siglos de las ovejas merinas, se pueden visitar acebales y robledales a través de las cañadas y antiguos caminos. No se puede dejar de ver el Museo de Tapices y el Museo Pastoril.

En las décadas de los 60 y 70 el Patrimonio Forestal del Estado inició una política de repoblación en la Comarca de Tierras Altas que se desarrolló en una superficie de unas 35.000 Has. Los pueblos que fueron reforestados quedaron deshabitados de un día para otro. Los vecinos cogieron los dineros que les ofrecieron por sus haciendas y emigraron lejos de su tierra. Son la imagen plástica de la despoblación. Después de casi cuarenta años siguen conservando su estructura original y se han ido deteriorando lentamente. Ofrecen en la actualidad una apariencia extraña y misteriosa. Las casas abandonadas y abiertas invitan a violar su intimidad, y reflejan la forma de vida de los que fueron sus últimos habitantes.

CUENCA DEL LINARES: Buimanco, Valdemoro, Armejún, Villarijo, Peñazcurna, Vea.

SIERRA DE ALCARAMA: Sarnago, Acrijos, Fuentebella, Valdenegrillos, Valdelavilla, el Vallejo, Las Fuesas y Castillejo

MONTE REAL: La Mata, Lería, La Vega, Vellosillo, Camporredondo.

AYEDO: La Cuesta y Aldealcardo.